Magia en tus fotos: aprende a manejar el tiempo de exposición
A muchos el sonido del obturador nos causa una sensación especial. Ese clic representa el momento en el que la luz hace su magia en el alma de nuestra cámara. El resultado de esa magia dependerá de cuánto hemos decidido que dure ese clic: en nuestra habilidad al manejar el tiempo de exposición.
El tiempo de exposición es aquel en el que el obturador permanece abierto permitiendo entrar la luz hasta el sensor o la película (si usas cámara analógica). Cuando la velocidad de obturación es alta el tiempo de exposición es breve por tanto la imagen tiene menos brillo; cuando es baja el tiempo aumenta y la imagen tendrá más luz. Se mide en fracciones de segundos, por lo que lo vemos representado como 1/2, 1/60, 1/1000… Algunas cámaras tienen el modo B (Bulb) que permite dejar abierto el obturador el tiempo que decida el fotógrafo. La imagen que obtendremos será totalmente diferente si utilizamos un tiempo de 1/250, 1/8 o B. Al manejar este elemento tenemos la posibilidad de lograr efectos increíbles en nuestras fotos.
¿Por qué manejar el tiempo de exposición?
Manejarlo te permitirá controlar no solo la cantidad de luz, sino también el movimiento. Como en toda actividad la práctica lleva a la experiencia. Serán necesarias muchas tomas con diferentes tiempos de exposición para que veas los diferentes resultados y los apliques cuando sea necesario. A veces hasta un ligero desenfoque es parte de nuestro concepto creativo.
Manejar el tiempo de exposición te permitirá, entre otras cosas, evitar que tus fotos salgan movidas cuando no usas trípode o, al contrario, hacer que el movimiento sea parte de ellas. Efectos como barrido, congelado, motion blur, efecto sedoso, entre otros, son parte de la magia que podrás conseguir al aprender a manejar el tiempo de exposición.
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