¿Recuerdas el dicho “uno es ninguno, dos es compañía, tres son multitud”?

Pues olvídate de eso si te gusta la fotografía. En las reglas de composición fotográfica los números impares son ideales, y el tres tiene una magia particular.

Si bien los elementos de una fotografía quedan a gusto del fotógrafo, no debemos dejar de lado las reglas de composición que, aunque no son camisas de fuerza que nos obligan a seguirlas a pie juntillas, si las usamos bien, pueden hacer que nuestras tomas no solo queden buenas, sino espectaculares.

La idea de estas reglas es que haya armonía entre los elementos y la composición fotográfica agrade al observador. En particular, cuando hablamos de la cantidad de elementos dentro de una fotografía nos guiamos por la regla de los impares, según la cual lo impar le imprime dinamismo a la imagen, otorga mayor impacto visual y se logra una disposición más natural de los elementos.

¿Cuál es la magia del tres en la composición fotográfica?

Tres elementos le pueden dar un toque de desequilibrio a la foto, un poco de desorden con orden que la haga entretenida. A veces la simetría aburre, ¿no te parece? También el tener tres sujetos te da la posibilidad de establecer relaciones visuales más complejas que cuando tienes uno o dos. Puedes crear un triángulo, un patrón, establecer un punto de fuga… en fin.
Por supuesto que hay muchas cosas más además del número de elementos que hacen que una imagen sea interesante. Entonces, la idea no es que estemos contando constantemente después de conocer la regla de los impares, pero esta sí puede ser un punto de partida que puedes manejar y perfeccionar para lograr fotos cada día mejores.

¿Qué te parece si lo intentas? Agarra tu cámara o tu teléfono inteligente y decídete a buscar un bonito grupo de tres elementos dignos de una foto. Muéstranos cómo te fue.

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